domingo, 27 de octubre de 2019

Billie Holiday


Billie Holiday
Lo que cuentan las corcheas.
Ed Pareta Octubre 2019.


Billie Holiday

Los numerólogos creen que los nombres llevan consigo misterio y condicionan la suerte de quienes los portan. Billie Holiday es un nombre que suena fluido, musical, alegre. La cantante adoptó este first name por dos razones: en homenaje a la actriz Billie Dove y porque su padre, de niña, la apodó Bill por su carácter varonil. En cambio su apellido, que suena a tiempo libre, a ocio, a vacaciones, es simplemente el paterno.
En el año 64, en un flamante sillón de formas redondeadas, una pareja lleva los sentidos al paroxismo: los taninos de un tinto añejo, la copa de boca ancha haciendo balancear el líquido con un leve movimiento de muñeca y la canción I´ll be seening, interpretada maravillosamente por Billie, redondean un clima perfecto. A través de la ventana se ven relámpagos a lo lejos. Afuera el mundo se está moviendo: continúan la guerra fría, las movilizaciones por los derechos civiles, el entusiasmo de la carrera espacial en un marco de economía floreciente; se vislumbra la conquista de libertades sexuales; y se consolida una nueva música frenética: el rock and roll. Adentro, en el living, el tiempo se eternizó en un momento de paz.
Las dos gardenias que adornan el pelo de Billie y su sonrisa fresca no hacen sospechar que tuvo una vida tormentosa: fue abandonada por su padre, trabajó desde muy chica por unos pocos dólares y pasó por diversas viviendas precarias y temporales junto a su madre durante la Gran Depresión. Solo la música de Louis Armstrong y Bessie Smith la hacían feliz. Hasta que, pasado algún tiempo, se convirtió en una estrella en el firmamento del jazz.
Lady Day, apodo que le legó su amigo Lester Young, tiene en su haber dos récords dignos del Guiness: fue la primera cantante negra que integró una orquesta de blancos y popularizó una canción que muchos críticos consideran la primera de protesta: Strange fruit, que habla de los cuerpos de los negros colgados de los arboles como extrañas frutas, producto del odio racista. Columbia le aconsejó no grabar esta canción.
Otra hubiera sido la historia, según los numerólogos, si hubiera adoptado su nombre real: Eleanora Fagan Gough.

1 comentario:

  1. Hermosa semblanza Ed... Lo de las gardenias tendrá algo que ver con el bolero?

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