Ed Pareta verano 2020
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En la localidad de El Espinillo, a los 12 días
del mes de abril de 2018, queda constituida una nueva sesión de la asamblea en
defensa del ambiente que tendrá carácter resolutivo en cuanto a las actividades
y/o posiciones que de ella surjan y resulten votadas por la mayoría simple de
los presentes. -Bueno, hasta aquí la parte formal – dijo Walter leyendo el libro de actas. -Queda abierto el debate.
¿María levantaste la mano?
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Sí Walter, nos conocemos hace muchos años y creo
que nos tenemos afecto mutuo; desde ese lugar te hablo. Pero me quedé
preocupada por lo que pasó en la asamblea pasada, en concreto por lo que
dijiste acerca de los nuevos ricos del pueblo; en realidad no por ellos, me
importan un bledo ellos, pero la salida que propusiste, te digo la verdad, me
inquietó bastante. Nada más.
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Entonces, ¿lo ponemos como temario? – preguntó
Walter-
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Sí por favor.
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Ok, ¿alguien quiere proponer otros temas?.
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Sí – dijo Ezequiel,
el más joven de la asamblea junto con su
pareja Daniela. Yo quiero proponer
que desenmascaremos de una vez por todas a la policía local y provincial que
apaña a estos hijos de puta.
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Ok ¿cómo lo redactamos entonces? Denunciar la connivencia política y policial
con los detractores del medio ambiente, algo así. ¿Alguien más? ¿Humberto?.
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Sí, gracias, Walter, En primer lugar lo que
propone Ezequiel, es complicado; es un pueblo chico y hasta el propio comisario
compra en mi negocio y mantenemos una relación cordial. Además, quiero proponer
que le llevemos una inquietud al concejo deliberante para que, además de cuidar
el ambiente, lo publicitemos como lo que es: un microclima con uno de los
mejores aires respirables del país y que
de esa manera propulsemos el turismo, en ese sentido, los de Merlo, nos vienen
cagando hace años, perdón por la expresión.
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Ok, ¿entonces vos decís que le propongamos a los
inútiles de los concejales que trabajen? Perdón por la expresión – dijo Walter
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Perdón -interrumpió
Ezequiel. Se ve que hay distintos tratos de las autoridades, a mí me
llevaron una noche de la plaza por averiguación de antecedentes y todos saben
en el pueblo que soy el hijo de la Porota.
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Ok, entonces, si nadie propone más temas,
tenemos tres. ¿Alguien más? ¿nadie?. Ok. Entonces los temas son estos
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-Hola, perdón por llegar tarde – saludó Ofelia, la abogada, entrando al recinto. Yo quería proponer
como tema el marco legal de los ruidos molestos, pero adelanto que no hay
mucho, salvo el artículo 41 de la
constitución nacional, pero habla de generalidades y no de ruidos
concretamente. En las ciudades grandes como Córdoba y Buenos
Aires, sí hay ordenanzas más específicas pero en estos pueblos, no
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Ok, entonces agregamos el tema legal de los
ruidos molestos. ¿empezamos? – propuso
Walter – son cuatro temas. Bien, a ver, María: por supuesto yo también te
tengo afecto y sabes que con tu marido éramos muy compinches; dicho esto, me
gustaría hablar en sentido figurado: pero no, de un tiempo a esta parte, pienso
que el único código que ellos entienden es el de la violencia y que habría que
matarlos. Silencio y rumor – Continúo:
ustedes saben que desde que el boludo de Ramírez le vendió ese lote grande al
pie de la sierra a los Saldías, dueños de media argentina por si no lo
recuerdan, estos tipos están haciendo lo que quieren, por ejemplo: salen a
pasear en helicóptero a la hora de la siesta. Los que se hospedan en las cabañas me preguntan y yo no tengo respuesta,
eso entre otras cosas que nos vamos enterando. Encima, se las vendió por dos
mangos.
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Perdón, bo–
interrumpió el uruguayo Mateo, propongo una moción de orden: ¿qué es lo que
se está discutiendo acá?, ¿Si hay que matarlos o no? Porque, si es eso, yo
estoy me apronto eh.
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No – dijo
categóricamente Walter. No se está discutiendo concretamente eso, Mateo, es
una opinión mía luego de ir reiteradas veces a pedir a la policía, y al concejo deliberante y que no me den bola. Como dice Ezequiel: acá hay
una connivencia entre estos tipos y el poder político y policial. Esto es así. El
que no lo quiera ver…
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Yo también opino que habría que matarlos – dijo
Ezequiel
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Sí, yo también. aportó Daniela, que escribía el libro de actas con el resumen de lo que
se estaba charlando.
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Yo no puedo creer que se esté discutiendo esto
en esta asamblea. Vos, Walter, que sos una persona enamorada de la vida, no lo
puedo creer – dijo María.
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Por eso mismo, María, porque me gusta la vida en
toda sus manifestaciones, pero llegamos a un punto límite que significa o ellos
o nosotros, a ver si me explico – Walter
respiró hondo como para armarse de paciencia y tratar de explicar mejor sus
argumentos – El uno o el dos por ciento de la población está cagándole la
vida a todo el resto y te digo más, tanto yo como vos, tenemos nietos y si no
hacemos algo, ya no podrán disfrutar del mundo como nosotros lo conocimos, en
esa situación nos encontramos.
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Sí, estoy de acuerdo con ese diagnóstico, no soy
una necia, pero de ninguna manera puede ser la solución tener los mismos métodos
que ellos y salir a matarlos. Insisto: no puedo creer que estemos discutiendo
en estos términos. Todos saben que yo tengo una formación y tradición cristiana,
y como tal, me opongo a pensar siquiera en esa posibilidad- dijo María denotando un poco de enojo.
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Yo estoy de acuerdo con lo expresado por María –
dijo Humberto
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A ver – interrumpió
Ofelia tratando de poner un poco de calma a la discusión. En las vísceras y,
si me apuras, estoy de acuerdo con Walter, pero soy abogada y no puedo pensar
en nada fuera de lo legal; propongo que discutamos acciones posibles y no esta
locura. Todos conocemos a Walter y su humor negro.
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Perdón – dijo
Walter con firmeza, no es ninguna
locura. Locura sería que sigamos como si nada viendo pasivamente cómo se
destruye el planeta. Pero además quiero aclarar una cosa, incluso antes de que se formara esta asamblea, me cansé de
presentar escritos, proyectos de resolución al concejo, notas a la policía
local, notas a la gobernación, ¿todo para qué? Para nada. Me enfrenté cuerpo a
cuerpo con los “cabeza de termo” que andan en cuatriciclos rompiendo la paz que
caracteriza a esta zona, y logré algo en ese sentido, pero recién cuando
me cague a trompadas con ellos. No
quiero hablar de mí, solamente lo pongo como ejemplo. No sé, ¿qué piensan los
demás?
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Nosotros, y hablo por mí y por Daniela, estamos
de acuerdo en, por lo menos, que se trate el tema – acotó Ezequiel.
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Yo ya te dije que hay que amasijarlos sin vueltas– dijo Mateo sin dudar.
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Aporto un dato – siguió Walter – nosotros ya
tenemos nuestro “lago escondido” porque ahora para llegar al cauce alto del río
Chañar, tenemos que pedirle permiso a los Saldías y, si a ellos se le canta el
culo, te dejan pasar. Pero por ahí habría que cambiar el sentido de la
discusión: yo no propongo salir a matar concretamente a las personas, digo que
tendríamos que repeler las acciones con otras acciones equivalentes. Por
ejemplo, si pasa el helicóptero a las dos de la tarde, tirarle algunos tiros al
aire. Daniela, modificá el temario en el libro.
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De todas maneras estamos “errando el vizcachazo”
– dijo Humberto
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Yo me quedé pensando toda la semana en esto y
creo necesario recordarles el punto seis del decálogo: que dice “no matarás”
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Supongo que también habrás leído el Romano 6:23,
¿no? – dijo Walter.
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Sí, por supuesto, pero ahí habla de una muerte
simbólica y la salvación de la vida eterna en Cristo, eso es lo que interpreto,
Walter.
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Perdón, María, y con todo respeto, la biblia es
literatura, creo que acá en la asamblea somos más los agnósticos, ateos o como
se le llame – dijo Ezequiel.
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De acuerdo bo – dijo Mateo que ceba el mate – ¿Saben el origen de mi nombre? Mateo: muy ateo – Risas.
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Che, que esto no se convierta en una discusión
teológica, por favor – dijo Ofelia.
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Pero ya aclaramos que no se trata necesariamente
de matar a una persona sino los hechos – dijo
Ezequiel-
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Perdón – interrumpió
Daniela levantando la vista del libro de actas – Hay que tener en cuenta el
contexto tal como lo señaló Walter: creo que llegamos a un punto extremo y en
ese sentido hay que evaluar lo que estamos discutiendo. Estamos en guerra.
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De acuerdo, pero, aun así, no podemos
plantearnos ningún hecho de violencia como asamblea. Hay que agotar todas las
instancias formales de petición a las autoridades, no tenemos personería
jurídica siquiera, salvo que pasemos a la clandestinidad a la manera de los
setentas – dijo Ofelia con un tono de
ofuscación.
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Sí, ¿por qué no? – dijo Ezequiel entusiasmado.
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Entonces, propongo que votemos este tema,
concretamente, y después de modificar el temario quedaría así: “Dado el
agotamiento de recursos formales de petición ante las autoridades competentes,
se procederá a repeler con violencia los hechos concretos que alteren la paz
del pueblo y atenten contra el ambiente en su amplio espectro con el
consecuente perjuicio a las actividades de turismo ecológico y sus
consecuencias económicas y de calidad de vida para los habitantes de El
Espinillo”.
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De ninguna manera - dijo María con enojo. Propongo posponer la asamblea para la
semana que viene, en este caos no se puede debatir una idea ni reflexionar
sobre este tema, sería una lástima que todo el trabajo que venimos haciendo se
vaya al diablo.
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Estoy de acuerdo con María, tomemos una semana
para pensar cómo seguir - dijo Humberto.
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Sí, de acuerdo – dijo Ofelia.
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Yo no estoy de acuerdo con dejar de discutir el
tema, pero si se trata de preservar la asamblea, estoy de acuerdo en posponerlo
– dijo Ezequiel.
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Yo también - acompañó
Daniela.
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Sí, de acuerdo- siguió Mateo.
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Entonces, anotá Daniela: queda suspendida la
asamblea del día de la fecha por graves disidencias sobre el primer tema
propuesto pero, a su vez, la asamblea se compromete a tratar el tema en la
próxima reunión.
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Yo no estoy de acuerdo en tratar este tema
directamente, no sé si voy a seguir, lo lamento- dijo María con tristeza. De todas maneras quiero que sepan que los
quiero mucho. Se fue sin saludar con un
beso a cada uno como hacía habitualmente.
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Esta está mal – dijo Mateo mientras guardaba el mate. Los buenos nos peleamos y los
malos siguen haciendo de las suyas, es una cagada bo.
Walter se puso la campera en silencio, saludó a todos y
salió a la calle para caminar como siempre hasta su complejo que está a dos kilómetros
del centro.
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“Después de todo, no tiré a matar” – pensó.