sábado, 29 de agosto de 2015

Rap de Lampedusa / Letra de canciones / Ed Pareta

Rap de Lampedusa



Rap de Lampedusa / Ed Pareta


Muchos sueños no tocaron tierra firme
Y tampoco despegaron a volar
Por rendir a la esperanza pleitesía
Muchos sueños se ahogaron en el mar

La utopía que no sabe de prudencia
Cuando el hambre se instaló sin preguntar
Le disputa a las leyes de Neptuno
Y se embarca como sea a navegar
 

900 africanos se murieron
Quizá rece en la mañana un titular
900 africanos “sin papeles”
Que migraban a la Europa a trabajar

Le cargamos al destino la factura
Porque siempre pareció muy natural
Que millones de personas nada tengan
Mientras pocas se bañan en Champagne.


Lampedusa es el límite preciso
Del confort el punto más meridional
Ya no caben  tantas almas en el reino
Que sacude su modorra medieval


900 africanos se murieron
Quizá rece en la mañana un titular
900 africanos “sin papeles”
Que migraban a la Europa a trabajar

Los ministros conforme al protocolo
Se reúnen con premura a analizar
Los alcances de una nueva estrategia
Que permita más tragedias evitar. 

Que dirá el santo padre desde Roma
Que lamenta en su itálico hablar
La desgracia de hermanos africanos
Y nos manda a todos a rezar.


900 africanos se murieron
Quizá rece en la mañana un titular
900 africanos “sin papeles”
Que migraban a la Europa a trabajar


Ed Pareta 2015 (R)

sábado, 1 de agosto de 2015

ESTATÉ (inspirado en el tema homónimo)

Estaté
(inspirado en el tema musical homónimo)

Este texto, forma parte del espectáculo "Lo que cuentan las corcheas"

Levanto la vista y vio el reflejo en su ventana, el color de un incipiente invierno que a través del cristal se reflejaba, le proporcionó la primera sensación de sosiego en mucho tiempo. Quería dejar atrás el verano, aunque él amaba esa estación del año, pero en éste último, termino con su novia.
 Estos meses, después de la separación, los vivió con mucha angustia, no podía soportar que todo siguiera su ritmo,  que todo continúe,  el rumor de la avenida, los autos que indiferentes pasaban y se detenían en el semáforo de la esquina ¿Cómo es que el mundo sigue andando como si nada? .La risa de los niños distendidos gozando de las vacaciones de medio año, las charlas  de las señoras que comparan los precios en el supermercado. Todo le parecía sin sentido, antes, cuando estaban juntos, no habría reparado en esos ruidos de ambiente, pero ahora estaba muy triste y le molestaban.  Esta mañana, en el desayuno, descansó su mirada en esa imagen, ese color típico del cambio de estación y un aire más puro desde el sur,  tuvo un precario optimismo, ella volverá porque me ama, pensó. Ya viene el frío, posiblemente la nieve cubrirá todo como un manto y hará olvidar las heridas, a propósito de las heridas, hoy no le duelen porque no hay humedad.
 Se quedó sólo, no hizo lo que se hace siempre en estos casos, refugiarse en los amigos luego de la separación quienes le habrían dicho, “hay muchas mujeres en el mundo” “no te podes deprimir por una”  “vamos por unos tragos” a lo cual  les habría respondido “ella es especial” “quiero estar sólo” aunque, en verdad, con sus amigos la relación venía mal desde antes, cuando le dijeron que Sabrina era rara, que era muy posesiva y no sé cuántas cosas más, ellos lo dicen por envidia porque ya quisieran tenerla a su lado. Se habían distanciado un poco, mantenían la cena mensual donde salían a comer, pero las últimas veces, habían discutido y el motivo era ella.
Hoy se siente bien, moderadamente bien. El café, el aroma de las tostadas y ese renacer que se siente caprichosamente un día, el menos pensado luego de pasar muchas noches durmiendo poco, días yendo al trabajo porque hay que ir pero sin nada que motive y compense de alguna manera ese vacío.
Una mueca como una sonrisa se le dibujo en el rostro, despejó la mesa y puso las cosas en la mesada de la cocina, se dirigió al placard a buscar un abrigo un poco más apropiado,  se enfundó en el sobretodo que había comprado el año pasado, pasó por el baño, se puso perfume y salió a la calle con rumbo al trabajo, saludo al portero amablemente quien miró extrañado como quien es destinatario de una sonrisa que no le corresponde.


Hoy llamaría a sus amigos, después de todo, él los quiere, irán a comer a ese restaurant italiano cuya especialidad es la pasta, como hacían todos los meses, hoy se reincorporará a la cena a la cual  estuvo faltando últimamente. En el metro camino a la oficina tuvo una mirada indulgente hacía la multitud de la hora pico. Se embriagó en su propio aroma importado, se sintió seguro. Ella va a volver, soy yo el que tendría que estar ofendido, sin embargo, no tengo  rencor – pensó.  Le envió un mensaje de texto a Ricardo diciéndole que cuenten con él para la cena. Les dirá a los muchachos que fue amor, por amor lo hizo, porque lo quiere, ese día fatal, después de la playa  ella atendió el teléfono mientras él se bañaba y del otro lado de la línea, sonó la voz sensual de Carla, su compañera de oficina preguntando por él.  Cuando salió de bañarse, ella estaba hecha una fiera y él no le pudo explicar que era una llamada de trabajo.  La discusión fue in crescendo y Sabrina, que estaba cocinando le clavó el cuchillo varias veces en las piernas, sólo porque lo quiere, no apuntó al corazón.

Ed pareta 1/8/2015