Asesino de cuarta.
Crímenes de carnaval
Antonio EvaristoTormo es el jefe de la sección
delitos complejos de la policía de la ciudad. Lleva treinta años
ininterrumpidos resolviendo casos difíciles, más diez años como policía de
calle. Se puede decir que es un delfín en la profesión de cazar delincuentes
sofisticados. Coordina los grupos de investigación pero a su vez, tiene su propio grupo por el
cual, siente orgullo dado que dice a quien quiera escuchar, que eligió a los
mejores, esto genera celos en el resto de las células.
Antonio es un hombre de sesenta años, debido al
entrenamiento físico; parece mucho menor. De aspecto atlético, de contextura
grande y fibrosa; mirada serena. Nunca
deja de contestar la inquietud de un subordinado. Los relatos a través de los
años, hablan de muchos gestos heroicos para con sus compañeros. Viste de civil
y tiene el aspecto de galán maduro. Despierta más de un suspiro entre el
personal femenino de la división.
En su despacho, tiene en la pared detrás del
escritorio una frase que define su accionar “El instinto nunca falla, si falla,
no es instinto” del músico Igor Stravinski.
Esa mañana de febrero, Antonio llegó a su despacho.
Generalmente va temprano al trabajo, antes que sus subalternos. Preparó el mate
y ordenó los papeles que habían quedado del día anterior. Una llamada de la
línea interna interrumpió la tranquilidad de la rutina doméstica.
Hola “Viejo Lobo” le dijo su interlocutor del otro
lado de la línea, necesito verte. Estoy en mi despacho, vení Respondió Antonio.
Andrés López Pereyra es el jefe de delitos simples
de la policía. Tiene también una vasta experiencia en delitos y se jacta de
haber visto casi todo en la vida. Es retacón, morocho y tiene la mirada pícara y
desconfiada. Es un hombre efectivo pero poco afectivo, sólo cuando confía en
alguien, se afloja y muestra su costado humorístico y sensible. Tiene
admiración por Antonio aunque denota un cierto celo por su puesto. Tienen en
común que en su juventud, fueron boy scout.
-
Hola Viejo Lobo
-
Hola Perro sagaz
-
Mirá, creo que tengo algo para vos
-
No rompás los huevos que me tengo que ir
de vacaciones
-
Mmmm, lo lamento. Es un caso de
asesinato que tiene todas las características de una serie. Yo igual te dejo la
carpeta, lo cubrimos nosotros para no joderte pero,..
-
Bueno, contame brevemente
-
Asesinato que se llevó a cabo en las
inmediaciones del trazado de carnaval. Barrio de Palermo. Víctima: hombre
cincuentón, balazo en la cabeza pero lo curioso es que el asesino dejó un
grabador de los de antes a casete con
música sonando a la madrugada y una C en la frente del occiso escrita en rojo,
no con sangre sino con pintura.
-
¿Está identificada la víctima?
-
Sí, está acá en el informe
-
¿Huellas en el grabador?
-
Nada, no encontramos rastros de ningún
tipo
-
Tiene todo el aspecto de ser un
“Cerealita”: hace mucho que no aparecía uno.
-
Igual, te dejo el video que captamos en
la escena del crimen, la música del grabador se mezclaba con el sonido del
corso.
-
Bueno, déjamelo y la próxima que vengas
con laburo por lo menos, trae facturas para el mate.
-
Hecho. Vos lo vas a resolver enseguida y
te vas a ir de vacaciones igual
-
No creas, a veces se complica.
-
Nos vemos.
Cuando se fue Andrés, Tormo sacó del sobre de papel
madera los datos de la escena del crimen, identidad del fallecido y
observaciones anotadas, faltaba el resultado de la autopsia. Se abrió una causa
por homicidio y la célula de investigación debería acercarle todo lo recabado
al fiscal que actuaba de oficio.
Como era su costumbre, llevaba un diario de la
investigación en una libreta, confiaba más en esa vieja costumbre que volcarlo
en un archivo que puede ser vulnerable.
Miró el video que estaba en un pendrive. ¡!!Que hijo
de puta!!! Pensó. Bueno, a trabajar se dijo.
Antes de convocar al equipo, Antonio preparó la sala
de reuniones, es una sala con una mesa oval en el medio y sillas estilo Loto
marrones y ese es el único detalle de estilo. Cuenta con un dispenser de agua.
Las paredes están revestidas por madera barnizada hasta la altura de un metro,
el resto de la pared, pintada de un gris claro. Pizarras grandes imantadas en
donde Tormo pega toda la información en forma cronológica conforme se van produciendo
las novedades del caso. Si bien todo está digitalizado, se trabaja con la forma
tradicional.
Llegó a la sala el resto de la célula, y como es la
costumbre, el jefe hace un resumen del nuevo caso:
-
Buenos días señores y señoras. ¿Cómo les
va? Me pasaron un caso desde delitos simples que tiene todas las
características de un asesino serial. Es poco lo que tenemos: una víctima,
señaló la foto pegada en la pizarra. Se llama Sergio Rabán, es comerciante de
cincuenta y dos años. Tiene boliches gastronómicos en Palermo y Recoleta.
-
Causa de la muerte; balazo calibre 22 en
la cabeza
-
Particularidades: en la escena del
crimen se encontró un grabador a casetes con una música con un volumen
importante en la madrugada, hora presumiblemente del asesinato. La obra que se
escuchaba es un concierto de Mozart en Do mayor para piano número 21 K 467.
-
Una C roja pintada con pintura en su
frente y un papel abrochado en su camisa con la leyenda: 70/30.
-
Es todo lo que tenemos, no se
encontraron huellas en ningún lugar aunque todavía se está realizando una pericia
sobre el aparato. Se pidieron las cámaras de los edificios cercanos. Antes de
habilitar las preguntas les distribuyo las tareas. Ramona, ocúpate como es de
oficio, de averiguar a la víctima, si tenía deudas, problemas de pareja, etc.,
aunque, si es un asesino serial, los datos sobre una víctima son relativos.
-
¿Se encontró el teléfono celular de la
víctima? – preguntó María Gabriela.
-
No, se lo llevó, cuido ese detalle
también. Vos Andrés, ocúpate de la numerología y simbología. Quiero saber si tiene
algún significado mítico el 70/30
-
María Gabriela, ocúpate como siempre de
las redes e internet. Todo lo que puedas conseguir.
-
Sí trabajamos rápido, vamos a tomar las
vacaciones que tenemos pautadas los de febrero, aunque, me temo que vamos a
tener que esperar a que se produzca el segundo crimen para ver si este trabajo
tiene sentido. ¿Preguntas?
-
Sí Jefe – dijo Andrés- ¿No es prematuro
considerar una serie cuando se produjo solo un asesinato.
-
Buena pregunta Andrés: hay algo que te
dan los años y es el olfato. Si tiene patas de pato, pico de pato y plumas de
pato.
-
Es un pato – dijeron todos a coro.
-
¿Nadie vio nada? – preguntó curiosa
Ramona
-
No, aparentemente, el personaje llevó a
su víctima al callejón que se forma contra el ferrocarril, los terrenos de la
ex bodega Giol. No sabemos si lo vio en el corso que está a unas cuadras de ahí
o lo encontró en ese lugar. Daría la impresión que se conocían ambos. Lo que es
indudable es que aprovechó el ruido del carnaval para tapar el ruido del
disparo.
-
¿Quién llamó al 911? – preguntó María
Gabriela
-
Buena pregunta. Un señor que sacó a
pasear a su perrito se topó con la escena dantesca. Manifestó que en ese lugar
no había casi nadie.
-
Como en Pedro navaja que la mujer se
topó con los cadáveres – acotó Andrés.
-
Bueno, señoras y señores, tenemos
trabajo.
Todos se levantaron de la mesa con el ímpetu que
genera una nueva empresa y se dirigieron a sus escritorios.
II subdominante.
Esa noche, luego de la cena con Mirna; Antonio le
propuso a su mujer que mirasen una película. Pero si vos te dormís enseguida le
dijo Mirna, te prometo que hoy no, le dijo convencido. Elegí una peli que voy a
buscar el licor de limón. Cuando volvía para el living, sonó su teléfono
celular. Antonio la miró a su mujer, arqueó las cejas y con ese gesto le quiso
decir: es el trabajo, ya falta poco para el retiro.
Con los años y la experiencia, Tormo había
desarrollado el instinto; el que nunca falla. Sabía que un llamado que entraba
después de la medianoche, era por trabajo. Atendió la llamada. Tengo que salir,
es un homicidio. Mandó un escueto mensaje al grupo de wasap que se denominaba
“Complejos”.
El mensaje decía: apareció el segundo del
“cerealita”, todos tenemos que ir al lugar, pasó las coordenadas.
Cuando llegó en su auto a las esquina de Oro y
Paraguay, se encontró con la valla que había realizado la comisaría de la zona
y un montón de curiosos alrededor de la cinta. Una música salía del viejo
aparato reproductor, era música clásica. Se presentó a los agentes y traspasó
la valla, enseguida, fueron llegando los demás integrantes de la célula.
-
¿Ramona estás filmando?
-
Sí jefe.
-
Es el concierto Número 3 en fa mayor de
Vivaldi denominado: El otoño. Dijo María Gabriela.
-
¿Cómo sabes de música eh? Le dijo Tormo
-
No que va, es el Shazham
-
¿Y eso que es?
-
Un programa para averiguar el nombre de
la música
-
Que lo parió diría Mendieta. Sí filmaste lo suficiente,
apaguemos la música. Levanten todas las evidencias o huellas posibles.
El occiso, tenía una efe pintada en su frente con
pintura roja. En la camisa, tenía abrochado un papel con la leyenda: ¿Vas a
traer gente? Antonio, arrancó el papel con cuidado para no borrar posibles
huellas y se quedó leyendo desconcertado, esto es muy raro – pensó.
Andrés: ¿anotaste los lugares con cámara? Sí jefe-
Bien, la orden es que vayamos a dormir y mañana bien temprano nos ponemos a
trabajar, dijo el jefe ante la sorpresa de todos, hasta hace poco, hubiera
seguido toda la noche, pero algo estaba cambiando en su modus operandi. Una vez
hechas las diligencias, quedó una consigna para esperar a la morguera y todo el
equipo de investigación se retiró. Asignó un agente encubierto a que se quede
por aquello de que el asesino suele volver al lugar de su crimen.
El reloj fosforescente del auto marcaba las 2 30 de
la madrugada cuando Antonio se dirigió a su casa con la sensación de que en
este trabajo, estás empezando desde cero cada día o hay más loco suelto en el
mundo; o más bien; las dos cosas.
A las siete de la mañana del otro día, Antonio,
luego de preparar el mate ordenó la pizarra con la nueva foto y las flechas que
se derivaban de cada caso. El orden era el siguiente: La foto, abajo el mensaje
que había dejado en cada cuerpo y más abajo; la descripción de la música que emitía
el reproductor.
El jefe, luego de pasar por la sala de videos a
mirar las capturas de las cámaras del primer asesinato, se dirigió a la sala de
reuniones, ya habían llegado todos.
-
Hola, buen día a todos. Sé que dormimos
poco pero les pido concentración como siempre. Vamos a ordenar lo que tenemos:
Dos
asesinatos producidos por disparo de calibre 22 en la cabeza de la víctima cuyo
orificio fue disimulado por una letra hecha con pintura roja. Probablemente, la
pistola tenía silenciador porque, en el primer caso, no se obtuvo ningún
testimonio de vecinos que hayan escuchado algo, seguramente el ruido fue
confundido por los sonidos del corso, habría aprovechado esta situación sonora,
en los dos casos fue en una noche de corso.
Al parecer,
el asesino persiguió a la víctima algunas cuadras para elegir la locación
apropiada cual director de cine. Se supone que la víctima conocía al asesino
porque da la impresión que lo llevó con algún ardid a una calle poco
transitada, aquí también coinciden los dos casos.
No dejó huellas en el reproductor de casete ni en
las ropas de la víctima, no es un improvisado. Lo único que tenemos como video,
esto también lo contempló, un lugar donde sea improbable la existencia de
cámaras. Se ve una figura borrosa que parece un masculino con un buzo canguro y
una careta del tipo “la casa de papel” o sea, toda una producción el loco de
mierda. ¿Preguntas?
-
¿La letra coincide con el nombre de pila
de las víctimas? Preguntó Andrés
-
No, ni con el apellido, en ambos casos,
recién me pasaron el nombre del nuevo: José Lata Quinteros, empresario
gastronómico y de locales de espectáculos.
-
Bueno, pero ahí ya tenemos una
coincidencia, los dos son empresarios del mismo rubro – dijo María Gabriela.
-
Sí, tiremos las primeras hipótesis
- dijo Tormo
-
Arriesgo: proveedor de mozzarella a
quien no le pagaron – aportó María
Gabriela.
-
Ja ja, esa es buena – comentó Andrés.
-
Sí, pero investigué al primero y crucé
datos de la Afip, deudas, veraz y no aparece nada raro, todo normalito, nada
que llame la atención, ahí anoté el nombre del segundo para investigar – acotó
Ramona.
-
Tenemos un patrón que son las noches de
carnaval y en el barrio de Palermo, es incipiente pero es algo. Voy a pedir un
refuerzo de policía para las restantes noches.
-
Les hago una pregunta – interrumpió
Andrés - ¿Ustedes tendrían dos aparatos viejos reproductores de casetes en sus
casas?
-
Depende, hay coleccionistas que podrían
tenerlos –
-
¿Coleccionistas asesinos? Puede ser.
-
¿Qué estás sugiriendo Andrés? Le dijo el
jefe pescando algún posible hilo.
-
Que el tipo o la tipa tiene que haber
comprado los aparatos en algún sitio.
-
Es buen punto. ¿Dónde venden cosas
viejas?
-
Diría
San Telmo aunque hay otras ferias, parque Los Andes, la feria de Acassuso, etc.
-
Bien, hace un sondeo en esos lugares,
por ahí puede surgir algo. En otro orden, ¿tenés algo de la numerología?
-
Estuve averiguando, en la numerología
clásica: 70/30 como conjunto no significa nada, si está la simbología de 70, 30
y a su vez, analizados número por número, por ejemplo Siete y cero en el caso
de setenta, tres y cero en el caso de 30 y como los significantes se suman y
potencian en algunos casos, pero insisto, no encontré nada como setenta
treinta.
-
Pero podes seguir en ese tópico,
averigua sobre sociedades mesiánicas y oscurantistas antiguas, etc.
-
Sí, déjame agregarte que el 70 tiene una
connotación especial para las culturas religiosas antiguas: por ejemplo, en el
salmo bíblico 90: 10 se habla de “Los
setenta años” y se refería a la expectativa de vida si no lo interpreté mal. En
el libro del Éxodo a su vez, se habla de setenta almas, profundizo en esto.
-
Sí por favor – dijo Antonio con cierta
preocupación por cómo se estaba complicando el caso y agregó: Bueno, sigamos en
esta línea busquemos en la nueva víctima lo mismo que en la primera, si tenía
deudas, etc.
-
Sí, yo me encargo – dijo Ramona con un
tono de suficiencia.
-
La música creo que tiene que ver, un
melómano resentido que odia al corso por ejemplo – dijo María Gabriela.
-
Sí, pero no tendría que ver con los dos
empresarios de la noche, creo. Bueno, nos vemos mañana si no surgiera alguna
novedad que amerite juntarnos de urgencia.
De acuerdo dijeron todos en una espontánea
polifonía. Fueron abandonando la sala portando sendas carpetas y con un clima
de preocupación, conocían al jefe sobradamente, cuando no había buen humor en
el trabajo, era porque algo lo preocupaba.
Se quedó en su despacho solo, analizando videos,
leyendo una vez más la autopsia del primer cuerpo para ver si encontraba algún
detalle que se le hubiera pasado. Tenía en su escritorio el libro Magnetizado,
lo había conmovido mucho esa historia; un asesino que no puede decir porque
mató, un psicópata, aunque los diagnósticos eran contradictorios; algunos
peritos psiquiátricos lo afirmaban y otros, no estaban seguros. Agarró el libro
como un acto reflejo y decidió llevarlo a su casa, lo volvería a leer una vez
más para entender, si esto fuera posible, la cabeza de un asesino serial.
Llegó a su casa y saludó a Mirna con un código que
habían establecido: él le preguntaba ¿Cómo sigue todo? Y ella respondía S/N
(sin novedad) que es una manera militar de comunicar el estado de cosas y pasar
las novedades si las hubiera. Me llamó María Elena. ¿Qué dice? Me dijo que si
no íbamos a Mar Azul, quiere ir con Iván. ¿Ese es el nuevo novio? Sí, el
músico. ¿Ninguno normal no? Hay viejo, no hables así, parece que está contenta
con él.
María Elena es la única hija del matrimonio, tiene
28 años y hace dos que se independizó y se fue a vivir sola. Decile que sí,
hasta que no resuelva este caso, no nos podemos ir. Después, pase lo que pase,
me tomo vacaciones. Bueno le digo. Si me apuras, te digo que prefiero las
vacaciones en marzo, hay menos gente y suele hacer calor – concluyó Antonio.
Había un momento en las investigaciones que le
generaban mucha molestia a Tormo, era cuando los casos tomaban interés público y
los periodistas querían sacarle información a toda costa. El argumento del
“Secreto del sumario” le daba un poco de tiempo como excusa. En algún
momento, ante el requerimiento de la prensa, algo tenía que informar por
aquello del interés popular.
El primer llamado que recibió en ese sentido, fue de
Alberto Castillo, un viejo periodista conocido, con el cual tenían una relación
de péndulo, cuando lo atendía vía telefónica, su pregunta era recurrente:
¿Nosotros como habíamos quedado? ¿Nos peleamos? Ambos se necesitaban y eso era
lo que mantenía la relación a través de los años. En algunos casos, los
periodistas aportaban valiosa información pero la mayoría de las veces, era
tiempo y energía que tenía que invertir para ello sin ninguna contraprestación.
Dame un título por lo menos, le dijo Alberto. “Crímenes de carnaval” le
contestó Antonio instintivamente, no me digas que no es misterioso – agregó.
Sí, pero es muy poco, dame algo más. Espera a que tenga una nueva reunión con
mi equipo y te tiro algún dato. Ok, pero teneme en cuenta.
Una nueva reunión del equipo se desarrolló en la
sala. Como era costumbre; Antonio abrió la reunión haciendo una enunciación de
los datos nuevamente para poner en autos al equipo.
-
Hola a todos, hasta el momento, tenemos
dos asesinatos. Balazo certero en la cabeza producida por un calibre 22
posiblemente con silenciador. Los lugares en ambos casos, son calles sin
salida, marginales, al costado de la vía del ferrocarril San Martín en el
barrio de Palermo. Características especiales en la escena; se encuentra un
reproductor de sonido a casete con música clásica sonando. Una leyenda
misteriosa y una letra pintada con pintura roja en la frente de la víctima
conteniendo una letra mayúscula. El autor es una persona de contextura mediana
que aparece con una máscara tipo “La casa de papel”. Presumiblemente, ambos, matador y matado se
conocen porque con alguna excusa o mediante extorsión, lo lleva al lugar
elegido, esos lugares, tienen pocas o ninguna cámara. Los lugares son próximos al trazado de los
corsos lo que hace que, debido al sonido potente de las murgas, se neutralice
el sonido del disparo. Todo un estratega. Los escucho.
-
Les digo lo que tengo – dijo María Gabriela-
Consulté con los de Cybercrimen En el primer caso, el tal Sergio vivía solo,
sus padres son personas mayores y viven en Flores, él tenía un bonito
departamento en Palermo, cerca de su negocio, aparece en un contacto de un
pedófilo y traficante de porno infantil,
el caso fue muy conocido, el del
médico del Garraham ¿Se acuerdan? en principio, sería solamente un consumidor
de videos, pero, habría que tener en cuenta ese dato. En cuanto al segundo,
estaba casado, pude hablar con la viuda y me da la impresión que sufre del
síndrome de Karina Olga.
-
No estoy entendiendo – Interrumpió el
jefe
-
Quiero decir que no sabe nada acerca del
marido, creo que es de ese tipo de mujeres que persiguen una vida confortable y
no le importa de dónde viene el dinero, no me aportó ningún dato, el típico: mi
marido no tenía enemigos, era una persona de bien, etc. Pero lo que encontré de
interesante es que tuvo dos juicios laborales el año pasado por despidos de
personal.
-
A ver, eso puede ser importante, podrías
profundizar ahí. ¿Tenes los nombres de los despedidos?
-
Sí.
-
Puede ser una punta pero no tendría que
ver con el primer caso me parece – dijo Antonio con súbita desesperanza.
Pregunta a todos: ¿Qué se hace en carnaval?
-
Disfrazarse jefe – dijo Andrés
-
Sí, además de eso. ¿Cuál es el espíritu
del carnaval históricamente?
-
El ajuste de cuentas – dijo Ramona.
-
Ahí quiero ir, esto tiene todo el
aspecto de un ajuste de cuentas.
-
¿Narcotráfico?
-
Podría ser, el mito popular dice que los
bolicheros son drogones.
-
Yo propongo que analicemos los mensajes
de los papelitos – Aportó María Gabriela.
Dominante
El tercer asesinato no fue ni en el tiempo ni en el
lugar que se esperaba. El penúltimo fin de semana de febrero llovió y no se
realizaron los corsos urbanos. Tormo tuvo un pensamiento que le molestó. Si los
crímenes se llevaban a cabo en carnaval, terminado este, se terminarían también
los asesinatos. A esta altura de la vida, le importaba más tener unas
vacaciones en paz con su mujer en su casa de la costa que sumarle una cucarda
más a su carrera. Quizás, el último fin de semana habría dos asesinatos pero
serían los últimos. Rápidamente, tapó ese pensamiento con otro más
esperanzador; resolvería el caso y se iría de vacaciones.
El pez limón
suele aparecer en marzo, pescaría uno y lo pondría a la parrilla con la receta
que aprendió con un video de Karlos Arguiñano. Mirna estaría orgullosa de él.
Lo comerían en la galería de la casa, regado con un vino blanco fresco, y luego,
dormirían una siesta en las sendas hamacas paraguayas. Desconectaría el
teléfono y la pareja; tendría un renacer amoroso.
Esta vez, el “cerealita”, mató en el barrio de Villa
Crespo y mantuvo el modus operandi de los otros episodios. Callejón oscuro
cerca del trazado del corso.
La letra con pintura roja fue una B mayúscula y una
b minúscula al lado. La música que sonaba: el concierto para Sí bemol para
fagot de Mozart. La leyenda abrochada en la camisa rezaba: “La mesa grande de
cumpleaños no te la liquido porque arreglaron conmigo a través de Groupon”
Este mensaje, le dio una pista remota, pero pista al
fin. Los muertos, tenían relación laboral con el matador. ¿Sería un mozo? ¿Un
proveedor? Pero en ese caso, ¿fue empleado o proveedor de los tres?
La ansiedad de los terceros empezaba a manifestarse
pesada como un guiso de anclas. La expectativa de la prensa, hacía que el
transcurso del tiempo sea vertiginoso hacia la resolución. Los periodistas
llamaban a diario a su teléfono personal, el fiscal lo hacía esporádicamente
con un recato profesional y Mirna le había dicho: Mira que en abril no me gusta
ir a la costa.
Habría de hacer un esfuerzo especial para resolver a
tónica en tiempo y forma.
A tónica – Resolución
Una nueva reunión del equipo ante el suceso del
tercer asesinato luego de una desesperante pausa de quince días. El jefe estaba
ofuscado y comenzó con un monólogo. Tiró con vehemencia un ejemplar de un
diario sobre la mesa. Y dijo:
-
Amigos, se nos está escapando la
tortuga, la prensa nos está marcando la cancha. Tomó el diario y con el dedo
índice señalo el ´titulo “Crímenes de carnaval” ‘pero sobre todo, el subtítulo:
“Drogas en la noche de Buenos Aires” ¿Cómo se nos pasó esto? Basta de buscar el
misticismo al asunto y las sociedades medievales y esa poronga, esto es un
ajuste de cuentas y tiene que ver con el comercio de drogas. El 70/30 puede
referir a una cocaína de muy buena calidad que estaría circulando en la clase
media alta porteña. Pero sobre todo el último mensaje encontrado en el cuerpo
de Ricardo Clayderman y quiero que lo analicemos juntos: “La mesa grande de
cumpleaños no te la liquido porque arreglaron conmigo a través de Groupon”
entonces amigos: esto es una típica “mexicaneada” alguien, empezó a disputarle
el mercado de los restaurantes al proveedor habitual, quizás con una merca de
mejor calidad y a mejor precio. Usó el nombre de Groupon como un mensaje en clave.
Groupon sería en sentido figurado; el nuevo proveedor. Tenemos que convocar
urgente a los de toxicomanía y cruzar la información, pero tenemos que hacerlo
rápido.
-
En este sentido jefe – interrumpió
Ramona- estuve siguiendo la pista de los despedidos, me reuní con uno de ellos
y por mi intuición, es incapaz de matar a una mosca, el otro, se mudó a
Santiago del Estero hace como dos años.
-
Con más razón, la única hipótesis que
tenemos es la de la merca – dijo Antonio un poco más calmado.
-
Sí, yo ya estaba en contacto con Toxi –
dijo Ramona.
-
Bueno, pidámosle una lista de los
proveedores de droga en Buenos Aires, sobre todo en Palermo y Villa Crespo.
-
Entonces, ¿corto la investigación sobre
la Cábala, sociedades secretas? – pregunto Andrés sabiendo de antemano la
respuesta.
-
Por supuesto. No va por ahí.
-
Y ¿Vas a traer gente? ¿Qué significa?
Que es el segundo mensaje– preguntó María Gabriela.
-
Esa me desubica un poco – dijo el jefe.
Mientras el equipo seguía haciendo conjeturas y
cruzando información, Antonio se abstrajo al recibir un mensaje de wasap que le
había llegado hacía algunos minutos, era de su mujer: “María Elena va a pasar
por tu trabajo a buscar la llave de Mar azul” contestó con un lacónico “Ok”.
Volvió su atención a la reunión para dar directivas
concretas a la célula.
-
Andrés vas a reunirte con toxicomanía
para averiguar sobre posible guerra de bandas, proveedores de droga y toda esa
mierda. María Gabriela, en esta instancia no tiene relevancia las redes, los
narcos no aparecen en las redes, salvo en la Deep; pero ahora necesito que te
sumes a Andrés.
-
Listo jefe –
-
Y vos Ramona, vas a ir a laboratorio a
revisar los elementos secuestrados nuevamente, no puedo creer que no haya
dejado alguna huella.
-
Tenía que investigar a Clyderman, ¿eso
lo dejo?
-
Sí, hay que establecer prioridades, me
olvidaba. La fecha del corso que se suspendió, se va a pasar para la primera
semana de marzo. Ya pedí colaboración a la división prevención del delito para
apostar a varios agentes en las zonas peri corsos. Tenemos que agarrarlo con
las manos en la masa.
La puerta de la sala se abrió y entraron María Elena
y su novio Iván. ¡!!Hola Pa!!! ¡!!Hola a
todos!!! Él es Iván. Hola, respondió Antonio mientras le daba la mano al
muchacho. Su cara expresaba sorpresa,
era muy celoso de su lugar de trabajo y no quería que nadie entrara, incluso,
su propia hija.
-
¿Te avisó mamá que venía?
-
Sí, claro, es por las llaves.
-
Sí, ya que ustedes no van ahora pensé en
aprovechar
-
Sí, claro.
Antonio sacó el manojo de llaves de su bolsillo y se
los extendió a su hija. Fíjate que la llave de la puerta de calle no hay que
forzarla, cuando vaya, tengo que cambiarla y cuando prendan la bomba, no se
olviden de apagarla cuando se llene el tanque. Sí, por supuesto, respondió
María. A Iván le llamó la atención el despliegue de las pizarras y miró con
atención las imágenes y los textos que allí estaban.
-
Pero esto es el circulo de cuartas –
Dijo mientras miraba las fotos
-
¿Qué dijiste? Repetilo – dijo
enérgicamente Antonio
-
Claro, es el círculo de cuartas: C es
do, a una cuarta de distancia está F, y luego, a una cuarta está Bb luego viene
Eb, Ab, etc.
-
¿Pero que es el círculo de cuartas?
-
Es un círculo que se forma cuando nos
movemos por cuartas justas, o sea, C, F, Bb, etc. hasta llegar al punto de
donde partimos.
-
Pero explicale a Papá que no entiende de
música – dijo María.
-
Ah, perdón. Este es el cifrado americano
que le llaman, la C equivale al do, la F equivale a fa, la B mayúscula y la
minúscula al lado quiere decir Si bemol y así.
-
¿Pero entonces esto tiene que ver con
algo musical? – dijo Tormo como si una luz le bajara de arriba
-
Sí, pero no sé qué tendría que ver con
todo esto.
-
Pero mira todo en detalle ¿Qué más ves
en estos mensajes? – le señaló Antonio los cartelitos con las leyendas.
-
Ja ja. Que hijo de puta, perdón. 70/30
es el arreglo que hacemos los músicos con los bolicheros, 70 para nosotros y 30
para ellos. Esto no tendría que ser así porque ellos trabajan con la
gastronomía y encima, se llevan un porcentaje de las entradas.
-
Seguí por favor, lee los otros mensajes.
-
Y nosotros le llevamos a la gente.
-
¿Y esto? ¿Qué significa? – le preguntó
el jefe tratando de dominar su ansiedad.
-
¿Vas a traer gente? Jajá. Esto te dicen
los turros cuando te dan una fecha
-
¿Y este?
-
Los muy hdp. A veces, te dicen que
algunas mesas las vendieron por el sistema groupon y no te la garpan.
Todos los miembros del equipo escucharon lo que dijo
Iván. Se quedaron de una pieza. Nadie atinaba a decir palabra. Todo lo que
venían investigando, caía súbitamente en saco roto. El caso giraba 180 grados.
-
Perdón, yo recién te conozco – dijo
Antonio llevándose los puños de la mano a la boca- y estoy abusando de tu
confianza, quiero que hagas un esfuerzo y pienses si te acordas de algún músico
colega tuyo que tuviera problemas serios con algún empresario. Por favor te lo
pido.
Iván se quedó pensativo un momento.
-
Me acuerdo de un caso de un conocido, o
sea, amigo en el Facebook que puso algo así como que a los bolicheros los iba a
matar a todos, algo por el estilo. Esto fue el año pasado si no me falla la
memoria.
-
¿Te acordás de su nombre?
-
Algo le habrán hecho al pobre y advertía a los demás músicos: no
toquen en Katmandú los van a cagar con la guita.
-
Decinos el nombre por favor
-
Le digo pero no sé qué tiene que ver con
todo esto
-
No sabemos, pero tenemos que evitar que
se produzcan más muertes. ¿Eso lo entendés?
-
Sí es así, se lo doy
-
Por favor.
-
Se llama Rubén Duran “el loco” es
pianista y tiene un trío de jazz.
Antonio se dio vuelta y se dirigió al grupo. Ramona,
averigua todo sobre el tal Rubén Duran. Andrés y María constaten si el dueño de
Katmandú, aunque haya cerrado el local, coincide con alguna de las víctimas. Si
estos datos coinciden, tenemos que pedir un allanamiento, dijo el jefe. Se
acercó a Iván, lo abrazó y le dijo Gracias por el aporte, no te imaginas lo
valioso de la información que me pasaste.
Todos ahora salieron de la sala para ejecutar la
orden del jefe. Antonio llamó a la división policía judicial y salío de la sala
de reuniones también. Iván y María Elena se quedaron solos sorprendidos de la
dinámica que habían tomado los hechos. De pronto, se abrió la puerta y Antonio
con un rostro como iluminado se dirigió a la pareja:
-
Que disfruten la casita de Mar Azul
chicos y acordate de cerrar la bomba de agua cuando se llene el tanque.