lunes, 20 de mayo de 2013

El Hombre y su tuba - Humberto Estero (ficción)


El hombre y su tuba

El Hombre y su tuba. Humberto Estero  25/07/07


El reporte del mediodía fue tan claro como inapelable: “…todos deben abandonar sus hogares, El huracán “katrina” se ha reducido a tormenta tropical luego de pasar por Grand Isle, pero aun reviste peligrosidad y constituye una amenaza para la seguridad de bienes y personas..” fue lo último que el hombre negro escucho en su radio antes de abandonar la casa.
No era la primera vez que abandonaba una casa, después de todo, nunca tuvo una casa, miro sus pertenencias y no sin pena, eligió las cosas que se llevaría, esta vez era distinto, quizás lo perdería todo, miro por ultima vez su habitación y especialmente el póster de Charlie Parker que ocupaba casi toda la pared tras el espaldar de la cama, chapoteando fue al comedor y la elección lo deprimió sobremanera, dejó todo y tomó solamente la tuba y tal como estaba vestido salió a la calle y empezó a caminar.
Camino por las calles de Nueva Orleáns con su tuba modelo “margarita” rodeando su cuerpo cual sobretodo.
El icono dantesco de destrucción lo aportaban las tanquetas de la policía civil abordadas por hombres cuyo rictus “Hollywood” desentonaban con la angustia reinante, …por fin alguien se ocupa de nosotros pensó el hombre en medio de la desolación y el desastre de una ciudad ahora desconocida.
El hombre miraba incrédulo el paisaje mientras las aguas marrones sepultaban el sueño americano.
¿Hice bien en salvar solo la tuba?... Se preguntaba, porque no el televisor, el equipo de música, las fotos de momentos felices.
El primer impulso fue dirigirse al gimnasio que sirve de albergue para los evacuados pero una fuerza fundante y desconocida lo impulso a caminar sin rumbo, ya había perdido todo, que más le podía pasar? Se sintió seguro adentro de su tuba y esbozo una primera sonrisa al pensarse un caracol metálico.
Una vida nueva...¿porque no? Quizás podría dedicarse al fin a tocar su instrumento y pretender vivir de eso, ser músico como había soñado su padre, ser un jazzmen y revivir la historia de Storyville, sin sus tonos oscuros y degradantes.
Al fin de cuentas, ahora que no tiene nada, puede seguir su propio camino sin sumarse a ningún sueño trasnochado de barras y estrellas, miró por fin al piso y vislumbró aguas benditas.

viernes, 17 de mayo de 2013

La Foto que no fue


jueves, 16 de mayo de 2013

Noche sin Tiempo


Uno en el bolso

Uno en el bolso es la expresión de un compañero de trabajo, compañero de ruta de este trabajo maravilloso que es tocar música y andar peregrinando por pueblos y ciudades, con esta frase, se refería Miguel ( así se llama mi amigo) al momento en que subíamos al micro después del show, para ir a otro show o para volver a casa y la remataba con... lo demás, no existe,  era muy festejada y esperada esta frase por todos a manera de catarsis e inmediatamente se esperaba con igual interés la frase del Tano que escupía invariablemente su...los músicos somos mierda seca.
En este blog voy a escribir algunas anécdotas de ese peregrinar por las rutas argentinas y de países limítrofes, situaciones a menudo carentes de glamour pero no de magia, la magia cotidiana que significa cambiar por un momento la rutina de un pueblo y dejar algún momento de alegría. Tan sólo eso...y nada menos.