Ayer nomás, un programa de radio interpelaba a su audiencia en la víspera del cumpleaños de Charly. La consigna era: ¿Cuál es tu Charly?
Pensé: ¿Cuál es mi Charly? ¿desde cuándo me acompaña?.
En la década de los ochenta, en el tramo final de la dictadura me “pegó”. Antes de eso; me llevaba García a marzo porque venía del palo del folclore argentino y empezaba a vislumbrar el jazz.
Con el grupo “La clave” de Junín, tocábamos y cantábamos el tema “Yo no quiero volverme tan loco” y reparé en su letra, empezábamos a buscarnos y a redescubrirnos…escucho un tango y un rock y presiento que soy yo.
Luego de ese descubrimiento, transité la correntada del bicolor como quien viene en una balsa por el canal Arias y desemboca en el Paraná de las palmas; con asombro y respeto por la magnitud de su flujo creativo y por el tráfico de barcos que ya navegaban en esa corriente.
Todo estaba por abrirse, cada movimiento era el preámbulo de un movimiento más grande, más libre.
Con el sonido de sus canciones como testigo, fui descubriendo a su vez, la real dimensión de la tragedia que aún nos estaba ocurriendo.
Cantaba la letra y firmaba al pie, salvo, cuando dice “Yo no quiero vestirme de rojo” porque tímidamente empezaba a probarme un traje rojo con la ayuda de un sastre amigo, o ¿no entendí su metáfora?
