lunes, 3 de septiembre de 2018


A pan y agua.
Los 70, la década que no entendí
Ed Pareta 3/9/2018



Algunos minutos antes de sonar el despertador, sobrevenía una duermevela que transcurría entre el pánico ante la inminente estridencia del agudo timbre y la esperanza de poder dormir un rato más, por lo general, se confirmaba la primera opción y la invasión sonora que se producía en la habitación de mis padres invadía toda la casa. Bien temprano a eso de las 6:30 de la mañana, en invierno es aún es de noche y el frío de la helada llegaba hasta el mismo borde de la frazada, inmediatamente después del timbre; la radio se abría paso al silencio que reinaba hasta ese momento. Un programa presumiblemente de Radio El Mundo que tenía por cortina el tango “A pan y agua” de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo en la versión de Ángel Vargas. El piano arremetía con la melodía de la introducción a distancia de octavas, luego el silbido, los violines y el recitado: “1920 donde están mis amigos queridos de entonces? A pan y agua, este tango nos unía en aquellas noches de Armenonville” *  Mi viejo escuchaba “religiosamente” este programa para despertarse. A pesar de la nostalgia de su letra, esa música infundía un brío especial para encarar la nueva jornada de estudio y trabajo.
El sistema prometía un futuro venturoso si te esforzabas, una especie de “American way of life” de la pampa húmeda, había mucho por hacer y progresar. Entonces, de acuerdo a los preceptos patriarcales vigentes; el “jefe” de familia a través del volumen de la radio indicaba el comienzo del día activo. Nadie permanecía indiferente a la “Diana” civil con ritmo de 2x4 y si por caso te volvías a dormir, el tono del locutor optimista como la mañana, te despertaba con un sobresalto al comenzar su perorata altisonante.
La memoria, esa gran caprichosa, hizo que se guardara en mi mente marcado a fuego como un postre Balcarce el lema publicitario de una famosa marca de café: “De sabor tropical y rendimiento kilométrico”. Así fueron las mañanas durante muchos años.

*Armenonville: lujoso cabaret  de Buenos Aires en los años 1910 y 1920.